Freud y el psicoanálisis, las ideas principales

Freud y el psicoanálisis, las ideas principales
Patrick Gray

El padre del psicoanálisis, Sigmund Freud (1856-1939), uno de los principales pensadores occidentales, revolucionó el estudio de la mente y aún tiene mucho que enseñarnos.

Creyendo en esta máxima hemos reunido aquí los principales conceptos desarrollados por el psiquiatra austriaco.

Los inicios de la carrera de Freud: los primeros experimentos con cocaína

Freud dio sus primeros pasos en el estudio de la anatomía del cerebro, varios artículos fueron publicados por el investigador sobre el tema, horas y horas de disecciones en el laboratorio tratando de comprender el funcionamiento de un órgano tan complejo.

Los primeros experimentos de Freud fueron con cocaína y tuvieron lugar en 1883. La sustancia estaba destinada a tratar la depresión, los cambios bruscos de humor y, en general, a conseguir un aumento de la energía.

La cocaína ya había sido utilizada con cierto éxito por los soldados durante la guerra.

Cuando elaboró sus primeros trabajos, el médico creyó encontrarse ante una sustancia revolucionaria y no previó que se trataba de un producto adictivo.

Siendo aún residente en el Hospital General de Viena, en julio de 1884, Freud publicó en la revista Therapie un ensayo titulado Über Coca sobre el consumo de cocaína y sus efectos. Vea un breve extracto:

Existen numerosas pruebas de que, bajo los efectos de la coca, los indios pueden soportar penurias excepcionales y realizar trabajos pesados, sin necesitar alimentos adecuados durante todo el tiempo. Valdez y Palacios afirma que, con el uso de la coca, los indios son capaces de viajar a pie durante cientos de horas y correr más rápido que los caballos, sin mostrar signos de fatiga.

El médico llegó a recetarse la sustancia a sí mismo con cierta regularidad -porque sufría ataques de depresión- y también se la indicaba a personas cercanas.

A medida que se desarrollaban sus investigaciones, Freud fue acusado más tarde por Erlenmeyer de difundir y propagar el uso de una sustancia adictiva (que se convertiría en la tercera plaga de la humanidad, sólo superada por el alcohol y la morfina).

Para defenderse, el psicoanalista escribió en 1887 un artículo titulado Observaciones sobre el cocainismo y la cocanofobia donde asumió que la sustancia era químicamente adictiva.

Los primeros pacientes de Freud y su técnica innovadora

Tras años de disección e investigación en laboratorio, Freud se licenció en Medicina y se hizo neurólogo.

Su especialidad eran los pacientes que sufrían histeria, hasta entonces una enfermedad poco conocida entre los propios médicos. Dedicado a ello, quería comprender la génesis de la enfermedad y encontrar una cura para sus pacientes.

Dora (nombre ficticio atribuido a Ida Bauer) fue una de las primeras pacientes de Freud aquejada de histeria. Los relatos dejados por el psicoanalista contienen detalles del caso clínico.

Una enfermedad: la histeria

Al principio Freud sospechó que todas las pacientes con histeria habían sufrido en algún momento de su vida algún trauma sexual y asoció la neurosis a este componente.

La raíz de la enfermedad mental, según los primeros estudios del psicoanalista, es probablemente el abuso sexual sufrido durante la infancia, a menudo cometido por los propios padres.

Pasado un tiempo, Freud abandonó esta teoría reduccionista y empezó a cuestionarse si había otros orígenes para las enfermedades mentales.

De error en error, se descubre toda la verdad.

La cura: ¿hipnosis y electroterapia?

En aquella época, las pacientes histéricas sólo se trataban con hipnosis y electroterapia, pero pronto el psicoanalista se dio cuenta de que la electroterapia no funcionaba y empezó a buscar nuevos enfoques del problema.

Freud continuó investigando sobre el cerebro -principalmente disecciones- y, aunque abandonó la electroterapia, persistió en la práctica del trance hipnótico en pacientes. Aunque la técnica mostraba resultados, el efecto no era duradero: los pacientes hablaban cuando estaban en trance, pero cuando volvían el efecto desaparecía. En busca de una cura, el médico continuó buscandotratamientos alternativos.

Freud desarrolló entonces una técnica innovadora para su época: sugirió que, durante las consultas, sus pacientes hablaran, preferiblemente con los ojos cerrados, tumbado en un sofá y dejar fluir sus pensamientos, a través de un libre asociación de ideas .

Así surgió el innovador psicoanálisis.

Quien tiene ojos para ver y oídos para oír, está convencido de que los mortales no pueden ocultar ningún secreto. Quien no habla con los labios, habla con la punta de los dedos: nos traicionamos a nosotros mismos por todos los poros.

El diván presente en la consulta de Freud.

El nacimiento del psicoanálisis

Freud creía que el habla del paciente era una fuente muy poderosa de información sobre su patología. El médico pedía a sus pacientes que se comprometieran a dicen lo que se les ocurre .

El psicoanalista pretendía, como un arqueólogo que trabaja a partir de los restos de una ciudad enterrada, excavar lo que estaba tapado. La idea era utilizar el pasado para interpretar el presente .

Freud en su despacho.

La conclusión prematura de Freud fue que las histéricas estarían enfermas porque reprimían algún tema.

La solución al mal sería entonces tomar conciencia, trasladando lo que estaba en el inconsciente al consciente Hacer consciente lo reprimido: ésa era la cura en la que Freud creía entonces.

Las grandes cosas pueden revelarse a través de pequeñas pistas.

Freud restó importancia a las vivencias reales y comenzó a dar protagonismo a la elaboración interna que las personas daban a lo vivido, para lo cual el analista debía prestar suma atención al relato de sus pacientes y no fijarse en el hecho en sí sino en la forma en que el paciente absorbía esa situación.

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La idea era estimular el flujo del pensamiento de los pacientes y comprender cómo se organizaba el discurso con repeticiones, lagunas e imágenes a veces inconexas.

No somos sólo lo que creemos ser. Somos más: somos también lo que recordamos y lo que olvidamos; somos las palabras que intercambiamos, los errores que cometemos, los impulsos a los que cedemos "sin querer".

El trabajo esencial del psicoanalista debe ser, por tanto, observar en profundidad el lenguaje utilizado.

El funcionamiento del aparato psíquico

Los poetas y filósofos que me precedieron descubrieron el inconsciente: lo que yo descubrí fue un método científico para estudiarlo.

Freud, que ya era médico, obtuvo una beca para estudiar en París durante unos meses, donde tuvo como mentor a Charchot, un investigador incansable que se pasó la vida intentando descubrir qué había detrás de la conciencia.

De su maestro y mentor Freud aprendió que había niveles de conciencia y, contrariamente a la creencia popular, nuestra mente no era precisamente transparente .

Impulsado por Charcot, el psiquiatra buscó comprender en profundidad el mecanismo del funcionamiento psíquico y sistematizarla para poder aliviar el sufrimiento de sus pacientes que padecían neurosis.

La conclusión a la que llegó Freud era aterradora para su época: después de todo no éramos dueños de nuestra voluntad La tesis freudiana, ampliamente rechazada al principio, ponía en tela de juicio la noción de libre albedrío y de racionalidad total.

Si en un principio el primer objetivo de Freud era desvelar la histeria, encontrar la raíz de la enfermedad y, en consecuencia, hallar una cura, el psicoanalista pronto descubrió que necesitaba profundizar y conocer realmente nuestro aparato psíquico.

Freud fue un estudioso compulsivo durante toda su vida.

Freud dividió el aparato psíquico en tres estratos: el consciente, el preconsciente y el inconsciente El psicoanalista centró su atención y su trabajo especialmente en este último caso, que es donde creía que estaban las cuestiones recalcitrantes.

Para acceder al inconsciente y, en consecuencia, a lo reprimido, los psicoanalistas deben observar el lenguaje de los pacientes (las desviaciones, los lapsus, las repeticiones, los impulsos reprimidos, el lenguaje corporal) e investigar también los sueños de los pacientes, que se revelan como preciosas fuentes de información.

La importancia de los sueños

Freud sospechaba que los sueños contenían mensajes secretos. Mientras que sus contemporáneos médicos desestimaban los sueños como fuente fiable de información y no les daban ninguna importancia, el psiquiatra, en un movimiento innovador para su época, decidió investigar el asunto:

La investigación psicológica muestra que el sueño es el primer miembro de una clase de fenómenos psíquicos anormales, de los cuales otros miembros, como las fobias histéricas, las obsesiones y los delirios, están destinados, por razones prácticas, a constituir un tema de interés para los médicos (...) Quien no haya logrado explicar el origen de las imágenes oníricas, difícilmente puede esperar comprender lafobias, obsesiones o delirios, o ejercer una influencia terapéutica sobre ellos.

El psicoanalista quería respuestas a preguntas clave: ¿qué produce el cerebro mientras duerme? y ¿por qué el cuerpo gasta energía produciendo sueños? ¿Cuál es el significado de estos mensajes transmitidos mientras dormimos?

Para Freud, los sueños podían ser herramienta para comprender las preocupaciones de las personas Le interesaba especialmente descubrir aquello a lo que no podía acceder cuando estaba despierto.

Los sueños, creía Freud, podían contener las claves del secreto de la mente. Correspondería entonces a los analistas interpretar esta información, sobre todo percibiendo el camino recorrido durante la asociación libre de ideas.

¿Quién era Freud?

Sigmund Schlomo Freud nació en Freiberg en 1856, en el seno de un matrimonio judío que tuvo siete hijos, siendo Sigmund el mayor.

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El padre de Freud era un pequeño empresario y, cuando el niño tenía cuatro años, la familia se trasladó a Viena.

Estudioso y culto, a los 17 años Sigmund ingresó en la Facultad de Medicina de Viena y comenzó a trabajar en el laboratorio del profesor Dr. Brucke. En 1881 se convirtió en neurólogo.

Tres años más tarde trabajó con el médico Josef Breuer en casos de histeria mediante hipnosis. Fue durante este periodo cuando el psicoanálisis dio sus primeros pasos.

Retrato de Sigmund Freud.

En 1885 Sigmund fue a estudiar a París con el neurólogo francés Charcot, donde desarrolló su interés por el inconsciente en particular.

A lo largo de su vida siguió investigando posibles curas para sus pacientes psiquiátricos y se centró especialmente en los casos de histeria.

Vanguardista, desarrolló -al principio en solitario- el psicoanálisis.

Freud estuvo casado con Martha Bernays, con la que tuvo seis hijos: Anna, Ernst, Jean, Mathilde, Oliver y Sophie.

Freud murió en Londres el 23 de septiembre de 1939.

Si quiere saber más sobre el psicoanalista francés, vea el documental El joven Dr. Freud :

El joven Dr. Freud (completo - subtitulado).

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    Patrick Gray
    Patrick Gray
    Patrick Gray es un escritor, investigador y empresario apasionado por explorar la intersección de la creatividad, la innovación y el potencial humano. Como autor del blog "Culture of Geniuses", trabaja para desentrañar los secretos de equipos e individuos de alto rendimiento que han logrado un éxito notable en una variedad de campos. Patrick también cofundó una firma de consultoría que ayuda a las organizaciones a desarrollar estrategias innovadoras y fomentar culturas creativas. Su trabajo ha aparecido en numerosas publicaciones, incluidas Forbes, Fast Company y Entrepreneur. Con experiencia en psicología y negocios, Patrick aporta una perspectiva única a su escritura, combinando conocimientos basados ​​en la ciencia con consejos prácticos para lectores que desean desbloquear su propio potencial y crear un mundo más innovador.