Poema O Navio Negreiro de Castro Alves: análisis y significado

Poema O Navio Negreiro de Castro Alves: análisis y significado
Patrick Gray

El Barco Negro es un poema de Castro Alves que forma parte de un gran poema épico llamado Los esclavos.

Escrito en 1870 en la ciudad de São Paulo, el poema relata la situación sufrida por las víctimas africanas de la trata de esclavos en los viajes en barco de África a Brasil. Está dividido en seis partes con metrificación variada.

La Nave Negra: análisis

El Barco Negro es un poema dividido en seis partes y se encuentra dentro de la obra Los esclavos Su metrificación es variada y acompaña al tema que sigue en el texto, lo que confiere a la poesía un efecto de unidad entre forma y contenido.

Primera parte

El cielo y el mar como infinitos que se aproximan tanto por el color azul como por el amplio espacio son los lugares centrales del poema. En medio de esta infinitud se encuentra el barco, que navega con el viento y el esfuerzo de los hombres quemados por el sol.

Felices los que pueden estar a esta hora

¡Siente la majestuosidad de este panel!

Abajo - el mar Arriba - el firmamento

Y en el mar y en el cielo: ¡la inmensidad!

El poeta observa esta escena con amor y con simpatía por la travesía poética del barco. Quiere acercarse al barco que cruza el mar, pero el barco huye del escritor.

Segunda parte

El poeta empieza a preguntarse a qué nación pertenece ese barco que navega en alta mar, pero en realidad no hay mucha diferencia. Cada barco en el océano está lleno de poesía y añoranza. Cada nación tiene una canción diferente: los españoles recuerdan a las bellas mujeres de Andalucía y los griegos las canciones de Homero.

¿Qué importa la cuna del barco?

¿De dónde eres hijo, cuál es tu hogar?

Ama la cadencia del verso

¡Qué te enseña el viejo mar!

¡Canta! ¡Que la muerte es divina!

La goleta salta a la bolina

Como un delfín veloz.

Fijado al poste de la mezena

Una bandera nostálgica ondea

Las vacantes que deja después.

Tercera parte

A través de los ojos del Albatros, el poeta puede acercarse al barco y observar lo que allí sucede. Para su sorpresa, el canto no es de añoranza ni de poesía, sino un canto fúnebre y lo que se ve en el barco es vil.

Desciende del inmenso espacio, ¡oh águila del océano!

Baja más ... más abajo ... no puede parecer humano

¡Me gusta tu inmersión en el bergantín volador!

Pero qué veo yo ahí... ¡Qué cuadro de amargura!

¡Es un canto fúnebre! ... ¡Qué figuras tan lúgubres! ...

Qué vil y vil escena... ¡Dios mío! ¡Dios mío! ¡Qué horrible!

Cuarta parte

El poeta describe la horrible escena que tiene lugar en la cubierta del barco: una multitud de negros, mujeres, ancianos y niños, todos atados, bailan mientras son azotados por los marineros. La descripción es larga, realizada en seis estrofas.

Las imágenes principales son las de los hierros crujiendo formando una especie de música y la orquesta de marineros azotando a los esclavos. La relación de la música y la danza con la tortura y el sufrimiento dan una gran carga poética a la descripción de la escena. Al final quien se ríe de la insólita danza es el propio Satanás, como si se tratara de un espectáculo de terror hecho para el diablo.

Y las risas irónicas y estridentes de la orquesta...

Y de lo fantástico alrededor de la serpiente

Está haciendo grandes espirales...

Como en un sueño dantesco las sombras vuelan...

¡Resuenan gritos, lamentos, maldiciones, plegarias!

¡Y Satanás se ríe!

Quinta parte

El poeta muestra su indignación ante el barco negrero y suplica a Dios y a la furia del mar que acaben con semejante infamia. La primera estrofa se repite al final, como si la petición fuera reforzada por el poeta.

¡Señor Dios de los miserables!

Dímelo tú, Señor Dios,

Si estoy delirando... o si es verdad

¿Tanto horror ante los cielos?

Oh mar, ¿por qué no apagas

Con la esponja de tus olas

¿De tu manto este borrón?

¡Estrellas! ¡Noches! ¡Tormentas!

¡Sal de las inmensidades!

¡Barre los mares, tifón! ...

A mediados de la quinta parte, las imágenes de libertad en el continente africano se entremezclan con el encarcelamiento en el barco negrero. La noche oscura y abierta de la sabana se convierte en un sótano oscuro lleno de enfermedades y muerte. Las condiciones inhumanas del transporte de esclavos se describen poéticamente destacando su deshumanización.

Sexta parte

El poeta se pregunta qué bandera que ondea en ese barco es la responsable de semejante barbarie. Es una reanudación de la segunda parte del poema. Si antes la bandera no importaba, porque lo que se escuchaba era la poesía y el canto, ahora es esencial ante el sufrimiento que lleva el barco.

Lo que se ve izada es la bandera de Brasil, patria del poeta. sensación de decepción es grande, destaca las cualidades de su país, la lucha por la libertad y toda la esperanza que reside en la nación y que ahora está manchada por la trata de esclavos.

Auriverde colgante de mi tierra,

Que la brisa de Brasil besa y mece,

Bandera de la luz solar

Y las divinas promesas de esperanza

Usted que, de la libertad después de la guerra,

Fuiste izado de los héroes en la lanza

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Preferirías haber sido despedazado en la batalla,

¡Que sirves a un pueblo amortajado!...

Significado

El poema de Castro Alves es una breve narración sobre la trata de esclavos entre África y Brasil. El elemento poético reside en las imágenes y metáforas que se encuentran a lo largo del poema, especialmente en la cuarta parte, donde se describe la tortura de los esclavos.

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La belleza y la infinitud del mar y del cielo se ponen en jaque con la barbarie y la falta de libertad en las bodegas del barco negrero. Como si toda la belleza del océano fuera incompatible con la oscuridad que se vive en el barco. Una de las características del poema es el universalismo. Cuando el viaje se hace por aventura o por comercio, las banderas y las naciones no son importantes. Sólo se convierten enrelevante cuando el propósito de la navegación es cruel.

La crítica a la trata de esclavos no impide el patriotismo del poeta. Es su patriotismo el que lleva a la crítica. Su visión de Brasil como lugar de libertad y de futuro es incompatible con la esclavitud. Incluso como liberal, Castro Alves no deja de lado su religiosidad, pidiendo a Dios la intervención divina en la trata de esclavos.

Castro Alves y la tercera generación romántica

Castro Alves es uno de los mayores poetas de la tercera generación romántica, también conocida como generación Cóndor. Conocido como el "único poeta social de Brasil", su obra alcanzó fama y el reconocimiento de la crítica. Su principal libro, Espumas flotantes fue la única publicada en vida y la responsable de la redención de sus demás obras.

Inspirado por la poesía de Victor Hugo, Castro Alves tomó parte en cuestiones sociales, principalmente en relación con la esclavitud. Su lucha contra el sistema esclavista le valió al escritor el sobrenombre de "Poeta de los esclavos". El pensamiento liberal de finales del siglo XIX y el movimiento abolicionista fueron también influencias importantes para el poeta.

El movimiento abolicionista

El abolicionismo fue un movimiento contra la esclavitud y la trata de esclavos que surgió del pensamiento de la Ilustración. Socialmente la cuestión tenía que ver con la declaración universal de los derechos del hombre. La Ilustración fue un pensamiento responsable de los nuevos conceptos de libertad e igualdad, que movieron algunas de las revoluciones más importantes del siglo XIX. Más allá de la revolución social, el avance de laLa industrialización también cambió la visión de la economía en el mundo.

Los esclavos no eran consumidores y la producción industrial en la ciudad generaba más riqueza que la producción esclava en las plantaciones. Para las industrias, los esclavos eran consumidores potenciales si llegaban a ser libres, y éste fue uno de los incentivos económicos del movimiento abolicionista.

Poema El Barco Negro completa

I

Stamos en medio del mar... Doudo en el espacio

La luz de la luna juega - mariposa dorada;

Y las olas tras él corren

Como una turba de niños inquietos.

Estamos en medio del mar... del firmamento

Las estrellas rebotan como espumas doradas...

El mar, a su vez, enciende las ardentias,

- Constelaciones del preciado líquido...

Stamos en medio del mar... Dos infinitos

Allí se cierran en un abrazo demencial,

Azul, dorado, plácido, sublime...

¿Cuál de los dos es el cielo? ¿Cuál es el océano?

Estamos en medio del mar... Abriendo las velas

A las cálidas ráfagas del mar,

Velero bergantín a la flor de los mares,

Cómo ruedan las golondrinas en la vacante...

¿De dónde viene? ¿Adónde va? de los barcos errantes

¿Quién sabe la dirección si el espacio es tan grande?

En este Sahara los corceles levantan el polvo,

Galopan, vuelan, pero no dejan rastro.

Felices los que pueden estar a esta hora

¡Siente la majestuosidad de este panel!

Abajo - el mar Arriba - el firmamento

Y en el mar y en el cielo: ¡la inmensidad!

¡Oh, qué dulce armonía me trae la brisa!

¡Qué música tan suave suena a lo lejos!

¡Dios mío! Qué sublime es una canción ardiente

Por las olas infinitas que flotan

¡Hombres del mar! Oh rudos marineros,

¡Brindado por el sol de los cuatro mundos!

Niños que la tempestad había alimentado

¡En la cuna de estos profundos lagos!

¡Espera! ¡Espera! Déjame beber

Esta poesía salvaje y libre

Orquesta - es el mar, rugiendo por la proa,

Y el viento, que en las cuerdas silba

..........................................................

¿Por qué huyes así, barco ligero?

¿Por qué huyes del poeta valiente?

¡Oh! Ojalá pudiera seguir tu estela

¡Qué parecido a un cometa en el mar!

¡Albatros! ¡Albatros! Águila del océano,

Tú que duermes desde las nubes entre las gazas,

Sacude tus plumas, Leviatán espacial,

¡Albatros! ¡Albatros! Dame estas alas.

II

¿Qué importa la cuna del barco?

¿De dónde eres hijo, cuál es tu hogar?

Ama la cadencia del verso

¡Qué te enseña el viejo mar!

¡Canta! ¡Que la muerte es divina!

La goleta salta a la bolina

Como un delfín veloz.

Fijado al poste de la mezena

Una bandera nostálgica ondea

Las vacantes que deja después.

Del español las cantilenas

La languidez asoma la cabeza,

Recuerdan a las chicas morenas,

Andaluces en flor

El hijo indolente de Italia

Canta Venecia Dormida,

- Tierra de amor y traición,

O el golfo en tu regazo

Recuerda los versos de Tasso,

¡Al lado de las lavas del volcán!

El inglés - marinero frío,

Que cuando nació en el mar se encontró,

(Porque Inglaterra es un barco,

Que Dios en la Mancha ancló),

Rijo canta glorias patrias,

Recordar, con orgullo, historias

De Nelson y Aboukir...

El francés - predestinado

Cantar las alabanzas del pasado

¡Y los laureles del futuro!

Los marineros helenos,

Que creó la ola jónica,

Hermosa morena piratas

Del mar que cortó Ulises,

Hombres que Fidias había esculpido,

Cantando en la noche clara

Versos que Homero gimió ...

Nautas de todas partes,

Sabe encontrar en las vacantes

¡Las melodías del cielo! ...

III

Desciende del inmenso espacio, ¡oh águila del océano!

Baja más ... más abajo ... no puede parecer humano

¡Me gusta tu inmersión en el bergantín volador!

Pero qué veo yo ahí... ¡Qué cuadro de amargura!

¡Es un canto fúnebre! ... ¡Qué figuras tan lúgubres! ...

Qué vil y vil escena... ¡Dios mío! ¡Dios mío! ¡Qué horrible!

IV

Era un sueño dantesco... la cubierta

Que las luces resplandecientes enrojecen.

En sangre para bañarse.

ruido de hierros... chasquido de látigo...

Legiones de hombres negros como la noche,

Bailarinas horribles...

Mujeres negras, colgando de sus tetas

Niños delgados, con la boca negra

Riega la sangre de las madres:

Otras chicas, pero desnudas y asombradas,

En el remolino de espectros arrastrados,

¡En vano anhelo y pena!

Y las risas irónicas y estridentes de la orquesta...

Y de lo fantástico alrededor de la serpiente

Hacer grandes espirales ...

Si el viejo jadea, si se desploma en el suelo,

Se oyen gritos... el látigo chasquea.

Y vuelan cada vez más...

Atrapados en los eslabones de una única cadena,

La multitud hambrienta se tambalea,

¡Y llorar y bailar allí!

Uno delira de rabia, el otro enloquece,

Otra, que el martirio embrutece,

Cantando, gimiendo y riendo.

Sin embargo, el capitán ordena la maniobra,

Y después de mirar el cielo que se desplegaba,

Tan puro sobre el mar,

Dice del humo entre las densas nieblas:

"¡Vibrad con fuerza el látigo, marineros!

Haz que bailen más..."

Y las risas irónicas y estridentes de la orquesta...

Y de lo fantástico alrededor de la serpiente

Está haciendo grandes espirales...

Como en un sueño dantesco las sombras vuelan...

¡Resuenan gritos, lamentos, maldiciones, plegarias!

¡Y Satanás se ríe!

V

¡Señor Dios de los miserables!

¡Dímelo tú, Señor Dios!

Si es una locura... si es verdad

¡¿Tanto horror ante los cielos?!

Oh mar, ¿por qué no apagas

Con la esponja de tus olas

¿Este borrón de tu capa?

¡Estrellas! ¡Noches! ¡Tormentas!

¡Sal de las inmensidades!

¡Arrasa los mares, tifón!

¿Quiénes son esos cabrones?

Que no encuentren en ti

Más que las risas silenciosas de la muchedumbre

¿Qué excita la furia del verdugo?

¿Quiénes son? Si la estrella está en silencio,

Si la ola se desliza deprisa

Como un cómplice fugaz,

Ante la confusa noche...

Dilo tú, Musa severa,

¡Musa de la libertad, de la audacia!

Son los hijos del desierto,

Donde la tierra se casa con la luz.

Donde vive al aire libre

La tribu de los hombres desnudos...

Son los guerreros audaces

Que con los tigres moteados

Luchan en soledad.

Ayer sencillo, fuerte, valiente.

Hoy son esclavos miserables,

Sin luz, sin aire, sin razón...

Son mujeres desdichadas,

Como también lo fue Agar.

Sediento, roto,

Desde muy lejos... muy lejos vienen...

Trayendo con pasos temblorosos,

Niños y esposas en los brazos,

En el alma - lágrimas y hiel

Como Agar sufriendo tanto,

Ni siquiera la leche de lágrimas

Tienen que dárselo a Ismael.

Allí, en las arenas infinitas,

De palmeras en el campo,

Nacieron niños preciosos,

Las chicas gentiles vivían...

Pasa un día en la caravana,

Cuando la virgen de la cabaña

Cisma nocturno en los velos ...

... Adiós, oh cabaña de montaña,

¡Adiós, palmeras de la fuente!

... Adiós, amores... ¡Adiós!...

Luego, la larga playa de arena...

Luego el océano de polvo.

Luego, en el inmenso horizonte

Desiertos... sólo desiertos...

Y el hambre, el cansancio, la sed...

¡Oh! qué desafortunados los que se rinden,

Y se cae y no puede volver a levantarse...

Una plaza en la cárcel está vacante,

Pero el chacal en la arena

Encuentra un cuerpo que masticar.

Ayer Sierra Leona,

La guerra, la caza del león,

Dormir para nada

Bajo las tiendas de la amplitud

Hoy... el negro y profundo sótano,

Infectado, estrecho, sucio,

Con la peste por jaguar

Y el sueño siempre cortado

Por el desplume de un difunto,

Y el ruido sordo de un cuerpo por la borda...

Ayer plena libertad,

La voluntad de poder...

Hoy... cum'lo del mal,

Tampoco son libres de morir.

Sujétalos a la misma cadena

- Hierro, serpiente lúgubre -

En los hilos de la esclavitud.

Y así burlarse de la muerte,

Baila la cohorte lúgubre

Al sonido del cuchillo del carnicero... ¡Irritación!...

¡Señor Dios de los miserables!

Dímelo tú, Señor Dios,

Si estoy delirando... o si es verdad

¿Tanto horror ante los cielos?

Oh mar, ¿por qué no apagas

Con la esponja de tus olas

¿De tu manto este borrón?

¡Estrellas! ¡Noches! ¡Tormentas!

¡Sal de las inmensidades!

¡Barre los mares, tifón! ...

VI

Hay un pueblo al que la bandera presta

¡Para cubrir tanta infamia y cobardía!

Y que se convierta en esa fiesta

¡En el impuro manto de una fría bacante!

¡Dios mío! ¡Dios mío! ¡Qué bandera!

¿Qué insolente en gávea bagatelas?

Silencio. Musa... llora, y llora tanto

¡Que el pabellón se lave con tus lágrimas! ...

Auriverde colgante de mi tierra,

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Que la brisa de Brasil besa y mece,

Bandera de la luz solar

Y las divinas promesas de esperanza

Usted que, de la libertad después de la guerra,

Fuiste izado de los héroes en la lanza

Preferirías haber sido despedazado en la batalla,

¡Que sirves a un pueblo amortajado!...

¡Atroz destino que aplasta la mente!

Apaga esta hora el asqueroso bergantín

El rastro que Colón abrió en las aperturas,

¡Como un iris en el profundo pelago!

¡Pero es demasiada infamia! ... De la plaga etérea

¡Levantaos, héroes del Nuevo Mundo!

¡Andrada! ¡Saca esa pancarta del aire!

¡Columbus! ¡Cierra la puerta de tus mares!

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    Patrick Gray
    Patrick Gray
    Patrick Gray es un escritor, investigador y empresario apasionado por explorar la intersección de la creatividad, la innovación y el potencial humano. Como autor del blog "Culture of Geniuses", trabaja para desentrañar los secretos de equipos e individuos de alto rendimiento que han logrado un éxito notable en una variedad de campos. Patrick también cofundó una firma de consultoría que ayuda a las organizaciones a desarrollar estrategias innovadoras y fomentar culturas creativas. Su trabajo ha aparecido en numerosas publicaciones, incluidas Forbes, Fast Company y Entrepreneur. Con experiencia en psicología y negocios, Patrick aporta una perspectiva única a su escritura, combinando conocimientos basados ​​en la ciencia con consejos prácticos para lectores que desean desbloquear su propio potencial y crear un mundo más innovador.