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Es muy probable que los primeros versos de amor procedieran de un apasionado, nunca lo sabremos. Lo cierto es que el amor es un tema recurrente entre los poetas y objeto de interés constante entre los lectores.
Si no eres poeta, pero quieres gritar al mundo -y a tu amada- versos apasionados, ¡te echamos una mano! Hemos seleccionado quince de los más grandes poemas de amor publicados en la literatura brasileña. La tarea no fue fácil, la poesía nacional es muy rica y los autores elegidos podrían tener otros bellos poemas incluidos en esta lista.
En un intento de recorrer una parte de nuestra historia literaria, pasamos por los antiguos Álvares de Azevedo y Olavo Bilac hasta llegar a los contemporáneos Paulo Leminski y Chico Buarque.
1. Soneto de amor total por Vinícius de Moraes
Amante de la vida y de las mujeres, Vinícius se casó nueve veces y escribió una serie de versos apasionados. Quizá su poema más conocido sea el Soneto de la fidelidad.
O Soneto de amor total se eligió porque tiene una delicadeza única e ilustra con precisión las diversas facetas de una relación amorosa.
Soneto de amor total
Te quiero tanto, mi amor... no cantes
El corazón humano con más verdad...
Te quiero como amigo y amante
En una realidad siempre diversa
Te amo afectuosamente, de un tranquilo amor servicial,
Y te amo más allá, presente en el anhelo.
Te amo, por fin, con gran libertad
En la eternidad y en cada instante.
Te quiero como a un bicho, simplemente,
De un amor sin misterio y sin virtud
Con un deseo masivo y permanente.
Y amarte tanto y tan a menudo,
¿Es que un día en tu cuerpo de repente
Moriré de amar más de lo que pude.
Conozca un análisis en profundidad del Soneto del Amor Total.
Soneto del amor totalSi te ha gustado conocer El soneto del amor total descubre también Los 14 mejores poemas de Vinicius de Moraes.
2. Inténtalo de nuevo por Hilda Hilst
Hilda Hilst también es un nombre destacado a la hora de pensar en el amor y el erotismo en la poesía brasileña. La escritora paulista escribió versos que van desde la escritura erótica hasta el lirismo idealizado.
Inténtalo de nuevo es uno de los poemas que trata de un amor que se ha acabado y de un amante que desea recuperar el afecto.
Inténtalo de nuevo
Y por qué quieres mi alma
¿En tu cama?
Dijo palabras líquidas, deliciosas, ásperas
Obsceno, porque así nos gustaba.
Pero no mentí disfrute lascivo
Tampoco omití que el alma está más allá, buscando
Que Otro. Y repito: ¿por qué deberías
¿De querer mi alma en tu cama?
Regocíjate en el recuerdo del coito y de los golpes.
O inténtalo de nuevo. Oblígame.
Descubra también los 10 mejores poemas de Hilda Hilst.
3. Canción por Cecília Meireles
En sólo quince versos, Cecília Meireles consigue componer en su Canción Una oda a la urgencia del amor. Singulares y directos, los versos reclaman el regreso de la amada.
El poema, presente en el libro Retrato natural (1949), conjuga también elementos recurrentes en la lírica del poeta: la finitud del tiempo, la transitoriedad del amor, el movimiento del viento.
Canción
No te enfurezcas con el tiempo ni con la eternidad,
que las nubes me tiran de los vestidos
¡que los vientos me arrastran contra mi voluntad!
Date prisa, amor, porque mañana moriré,
¡Moriré mañana y no te veré!
No te quedes tan lejos, en un lugar tan secreto,
nácar de silencio que el mar comprime,
el labio, ¡límite del instante absoluto!
Date prisa, amor, porque mañana moriré,
¡que mañana moriré y no te haré caso!
Me parece ahora, que todavía reconozco
la anémona abierta en tu cara
y alrededor de las murallas el viento enemigo
Date prisa, amor, porque mañana moriré,
que mañana moriré y no te lo diré
Descubra también los 10 poemas imperdibles de Cecília Meireles.
4. La sinrazón del amor por Carlos Drummond de Andrade
Celebrado como uno de los mejores poemas de la literatura brasileña, La sinrazón del amor Según el letrista, el amor abruma y arrastra a la persona amada independientemente de la actitud de la pareja.
El propio título del poema ya indica cómo se desarrollarán los versos: el amor no exige intercambio, no es fruto del mérito y no puede definirse.
La sinrazón del amor
Te quiero porque te quiero.
No tienes que ser un amante,
y no siempre lo sabes.
Te quiero porque te quiero.
El amor es un estado de gracia
y con amor no se puede pagar.
El amor se da libremente,
se siembra en el viento,
en la cascada, en el eclipse.
El amor escapa a los diccionarios
y diversas normativas.
Te amo porque no amo
suficiente o demasiado para mí.
Porque el amor no se puede intercambiar,
no se conjuga ni se ama.
Porque el amor es amor a nada,
feliz y fuerte en sí mismo.
El amor es primo de la muerte,
y la muerte victoriosa,
por mucho que lo maten (y lo hacen)
cada instante de amor.
Carlos Dummond de Andrade - As Sem Razões do Amor (poema recitado)¿Conoces En medio del camino había una piedra, otro gran poema de Drummond? Descubre esta creación y otros 25 poemas de Carlos Drummond de Andrade.
5. XXX por Olavo Bilac
Los versos de A través de Lechoso, El poeta, que trabajó como periodista, fue uno de los principales representantes del movimiento parnasiano en Brasil y su lírica está marcada por la metrificación y la representación de sentimientos idealizados.
XXX
Al corazón que sufre, separado
Del tuyo, en el exilio en el que me encuentro llorando,
El afecto simple y sagrado no basta
Con la que me protejo de las desgracias.
No me basta con saber que me aman,
No sólo deseo tu amor: deseo
Sostener tu delicado cuerpo entre mis brazos,
Tener la dulzura de tu beso en mi boca.
Y las justas ambiciones que me consumen
No me avergüenzo: para mayor bajeza
No hay tierra para intercambiar con el cielo;
Y cuanto más eleva el corazón de un hombre
Ser siempre un hombre de hombres, y con la mayor pureza,
Permanecer en la tierra y amar humanamente.
6. Futuros amantes por Chico Buarque
El letrista brasileño más conocido tiene una serie de versos dedicados al amor, tantos que resulta difícil seleccionar sólo uno de sus poemas. Sin embargo, ante el reto, hemos elegido Futuros amantes Es uno de esos clásicos que nunca pasan de moda.
Futuros amantes
Que no cunda el pánico
Nada es por el momento
El amor no tiene prisa
Puede esperar en silencio
En el fondo de un armario
En la estantería-poste
Milenios, milenios
En antena
Y quién sabe, entonces
Río será
Alguna ciudad bajo el agua
Los carroñeros vendrán
Explora tu casa
Tu habitación, tus cosas
Tu alma, desentrañando
Sabios en vano
Intentarán descifrar
El eco de viejas palabras
Fragmentos de cartas, poemas
Mentiras, retratos
Restos de una extraña civilización
Que no cunda el pánico
Nada es por el momento
Los amantes siempre serán amables
Futuros amantes, tal vez
Se amarán sin saber
Con el amor que una vez tuve
Me fui por ti
Chico Buarque - "Futuros Amantes" (Ao Vivo) - Carioca ao Vivo7. Mi destino por Cora Coralina
Singular y cotidiano, Mi destino de Cora Coralina, de Goiás, merece elogios por la forma sencilla y sutil en que narra un encuentro amoroso.
La poeta, con la delicadeza de los versos que compone, hace que parezca fácil construir una relación afectiva duradera. Mi destino cuenta una pequeña fábula: la historia de dos personas que se conocen y deciden entablar una relación.
Mi destino
En las palmas de las manos
Leo las líneas de mi vida.
Líneas cruzadas y sinuosas,
interfiriendo en tu destino.
Yo no te busqué, tú no me buscaste -
Íbamos solos por carreteras diferentes.
Indiferentes, cruzamos
Pasabas con la carga de la vida...
Corrí a conocerte.
Sonríe, hablaremos.
Ese día estuvo marcado
con la piedra blanca
de la cabeza de un pez.
Y, desde entonces, caminamos
juntos para toda la vida...
Si esta poetisa de Goiás ha conquistado su corazón, pruebe también a leer Cora Coralina: 10 poemas esenciales para entender a la autora.
8. Teresa por Manuel Bandeira
Teresa es uno de los poemas más llamativos del modernismo brasileño.
El humor de Bandeira surge con la descripción de la reacción durante el primer encuentro de la pareja. Después vemos cómo la relación se transforma y cambia la percepción que el poeta tiene de su amada.
Teresa
La primera vez que vi a Teresa
Pensé que tenía piernas estúpidas
También pensé que la cara parecía una pierna
Cuando volví a ver a Teresa
Pensaba que los ojos eran mucho más viejos que el resto del cuerpo
(Los ojos nacieron y se quedaron diez años esperando a que naciera el resto del cuerpo)
La tercera vez no vi nada más
Los cielos se mezclaron con la tierra
Y el espíritu de Dios se movió de nuevo sobre la faz de las aguas.
9. Billete por Mario Quintana
La delicadeza del poema de Mário Quintana comienza ya en el título. Billete Los versos son una elegía al amor discreto, callado, compartido sólo entre enamorados.
Billete
Si me amas, ámame suavemente
No lo grites a los cuatro vientos
Deja en paz a los pajaritos
¡Déjame en paz!
Si me quieres,
en pocas palabras,
tiene que ser muy despacio, Amada,
que la vida es breve, y el amor aún más breve...
Descubra también 10 preciosos poemas de Mario Quintana.
10. Amarte es cuestión de minutos... por Paulo Leminski
Los versos libres de Leminski están dirigidos a su amada y siguen el tono de una conversación. Aunque se trata de un poema contemporáneo, los versos parecen antiguos porque prometen fidelidad total y absoluta siguiendo los moldes del amor romántico.
Amarte es cuestión de minutos...
Amarte es cuestión de minutos
La muerte es menos que tu beso
Tan bueno ser tuyo
Me derramé a tus pies
Poco queda de lo que fui
De ti depende ser bueno o malo
Seré lo que creas conveniente
Seré para ti más que un perro
Una sombra que te calienta
Un dios que no olvida
Un servidor que no dice no
Cuando tu padre muera yo seré tu hermano
Diré todos los versos que quieras
Olvidaré a todas las mujeres
Seré tanto y todo y todos
Te dará asco que yo sea así
Y estaré a tu servicio
Mientras dure mi cuerpo
Mientras corra por mis venas
El río rojo que estalla en llamas
Viendo tu cara como una antorcha
Yo seré tu rey tu pan tu cosa tu roca
Sí, estaré aquí.
11. Amor por Álvares de Azevedo
Amor Sus versos ilustran una época y una postura de devoción, casi idealizada, entre un hombre enamorado y una mujer básicamente contemplada.
Aunque el poema es en cierto modo el retrato de una época, los versos están tan bien compuestos que trascienden el tiempo.
Amor
¡Amemos! Quiero amar
Viviendo en tu corazón
Sufrir y amar ese dolor
¡Que se desmaya de pasión!
En tu alma, en tus encantos
Y en tu palidez
Y en tus lágrimas ardientes
¡Suspira con languidez!
Quiero beber de tus labios
Tus amores del cielo,
Quiero morir en tu seno
¡En el éxtasis de tu pecho!
Quiero vivir con esperanza,
¡Quiero temblar y sentir!
En tu dulce trenza
Quiero soñar y dormir.
Ven, ángel, doncella mía,
¡Mi alma, mi corazón!
¡Qué noche, qué noche tan bonita!
¡Qué dulce es el giro!
Y entre los suspiros del viento
De la noche a la suave frescura,
Quiero vivir un momento,
¡Morir contigo de amor!
12. Canción para no morir por Ferreira Gullar
Uno de los mayores poetas de la literatura brasileña, Ferreira Gullar, es más conocido por sus versos políticos y sociales. Sin embargo, también es posible encontrar en su poesía obras dedicadas al amor, como Canción para no morir Aunque es un autor contemporáneo, Gullar utiliza algunos rasgos románticos en su poema.
El afecto por la amada es tan grande y desbordante que el yo lírico le pide que permanezca con ella en su pensamiento, aunque sea en forma de olvido.
Canción para no morir
Cuando te vayas,
chica blanca como la nieve,
llévame.
Si no puede
llévame de la mano,
niña blanca como la nieve,
acógeme en tu corazón.
Si en el corazón no puedo
me lleve,
chica de los sueños y chica de las nieves,
llévame en tu recuerdo.
Y si allí tampoco puedes
por el tiempo que haga falta
ya vivo en su mente,
niña blanca como la nieve,
llévame al olvido.
13. Boda por Adélia Prado
Los versos de Adélia Prado celebran el matrimonio y las relaciones cotidianas y duraderas. Contado casi como un cuento, el poema muestra detalles de la intimidad y los pequeños afectos que se esconden en la rutina de la pareja.
Boda
Hay mujeres que dicen:
Mi marido, si quieres pescar, pesca,
pero limpia el pescado.
Yo no. Me levanto a cualquier hora de la noche,
Ayudo a escamar, abrir, desmenuzar y salar.
Es tan agradable, sólo nosotros solos en la cocina,
De vez en cuando nuestros codos chocan,
dice cosas como "este fue difícil
'plateado en el aire regalando torrijas'
y gesticula con la mano.
El silencio de cuando nos conocimos
corre por la cocina como un río profundo.
Por último, el pescado en la bandeja,
vamos a dormir.
Salen cosas plateadas:
somos novios.
Adélia Prado - BodaMás información sobre 9 encantadores poemas de Adélia Prado.
14. Beso eterno por Castro Alves
El poema que sigue es uno de los ejemplos más importantes de la poesía romántica brasileña. Castro Alves muestra un amor pleno, idealizado y eterno. Sin embargo, como pertenece a la tercera fase del Romanticismo, ya incluye en sus versos cierta sensualidad relacionada con la amada.
Beso eterno
Quiero un beso interminable,
¡Que dure toda la vida y aplaque mi deseo!
Hierve mi sangre, cálmala con tu beso,
¡Bésame así!
El oído se cierra al rumor
Del mundo, ¡y bésame, cariño!
Vive sólo para mí, sólo para mi vida,
¡Sólo por mi amor!
Fuera, descansa en paz
Durmiendo en tranquilo letargo la apacible naturaleza,
O lucha, de las tormentas atrapadas,
¡Bésame más!
Y mientras el suave calor
Siento en mi pecho tu pecho,
Nuestras bocas febriles se juntan con el mismo anhelo,
¡Con el mismo ardiente amor!
Tu boca dice: "¡Ven!"
¡Todavía más! dice la mía, sollozando... Exclama
Todo mi cuerpo tu cuerpo llama:
"¡Muerde también!"
¡Ay! ¡Muerde! ¡Qué dulce es el dolor!
¡Que entra en mi carne y la tortura!
¡Besa más! ¡Muerde más! Que me muera de pena,
¡Muerto por tu amor!
Quiero un beso interminable,
¡Que dure toda la vida y aplaque mi deseo!
Hierve mi sangre: ¡alájala con tu beso!
¡Bésame así!
El oído se cierra al rumor
Del mundo, ¡y bésame, cariño!
Vive sólo para mí, sólo para mi vida,
¡Sólo por mi amor!
15. El amor se ha comido mi nombre por João Cabral de Melo Neto
El poema que sigue es un bello homenaje al amor presente en la literatura brasileña. João Cabral de Melo Neto consigue describir con precisión, en pocos versos, lo que es estar enamorado, cómo el sentimiento amoroso se apodera del sujeto y se extiende a la vida cotidiana.
El amor se ha comido mi nombre, mi identidad, mi
Retrato. El amor se comió mi certificado de edad,
mi genealogía, mi dirección. El amor se ha comido
mis tarjetas de visita. El amor vino y se las comió todas
los papeles en los que había escrito mi nombre.
El amor se ha comido mi ropa, mis pañuelos, mi
Love se ha comido metros y metros de camisetas.
El amor se ha comido la medida de mis trajes, la
número de mis zapatos, la talla de mi
comía. El amor se comió mi altura, mi peso, mi
color de mis ojos y de mi pelo.
El amor se comió mis medicinas, mis recetas
médicos, mis dietas. Se comió mi aspirina,
mis ondas cortas, mis rayos X. Se comió mi
pruebas mentales, mis pruebas de orina.
El amor se comió todos mis libros de la estantería
poesía. Se comió en mis libros de prosa las citas
en verso. Se comió en el diccionario las palabras que
podrían reunirse en verso.
Hambriento, el amor devoró los utensilios de mi uso:
peine, maquinilla de afeitar, cepillos, tijeras de uñas, navaja de bolsillo. Hambre
aún así, el amor ha devorado el uso de
mis utensilios: mis baños fríos, la ópera cantada
en el baño, el calentador de agua de fuego muerto
pero parecía una central eléctrica.
El amor comió la fruta puesta sobre la mesa. Bebió
el agua de los vasos y los cuartos.
propósito oculto. Bebió las lágrimas de sus ojos
que, nadie lo sabía, estaban llenos de agua.
El amor ha vuelto a comerse los papeles donde
Volví a escribir mi nombre sin pensar.
El amor roía mi infancia, con dedos manchados de tinta,
el pelo cayéndole en los ojos, las botas nunca brillaban.
El amor roía al escurridizo muchacho, siempre en los rincones,
y que rayaba los libros, mordía el lápiz, caminaba por la calle
pateando piedras. Roído en las conversaciones, junto a la bomba
con los primos que lo sabían todo
sobre pájaros, sobre una mujer, sobre marcas
El amor se ha comido mi estado y mi ciudad. Ha vaciado el
agua muerta de los manglares, abolió la marea. Se comió el
manglares de hojas duras, se comió el verde
ácido de las plantas de caña que cubren las colinas
regular, cortado por las barreras rojas, el
tren negro, por las chimeneas. Se comió el olor de
caña cortada y el olor del mar. Incluso comía esas cosas de
que me desesperaba no saber hablar
en verso.
El amor se ha comido los días aún por anunciar en el
Se comió los minutos antes de
mi reloj, los años que las líneas de mi mano
Se comió al futuro gran atleta, al futuro gran
gran poeta. Se comió los futuros viajes por el
tierra, las futuras estanterías alrededor de la habitación.
El amor se ha comido mi paz y mi guerra, mi día y mi
mi noche. Mi invierno y mi verano. Se comió mi
el silencio, mi dolor de cabeza, mi miedo a la muerte.
16. La llegada del amor por Elisa Lucinda
Elisa Lucinda es una poeta, actriz y cantante de enorme talento, autora de poemas que aportan una perspectiva femenina y feminista. Así, trata el amor en su poética como un instrumento para intercambios sinceros y saludables.
En La llegada del amor Siempre respetándose a sí misma, busca a alguien que la respete igualmente, que sea de fiar, amigo y amante, con quien dialogar y vivir momentos increíbles de compañerismo.
Siempre he querido un amor
que hablaría
que sabía lo que sentía.
Siempre he querido un amor que elabore
Que cuando duermo
resonar confianza
en el aliento del sueño
y trajo beso
en el resplandor del amanecer.
Siempre he querido un amor
que encajaría con lo que me dijiste.
Siempre quise una infancia
entre el niño y el señor
un perro
donde tanta desvergüenza podría
del macho
como la sabiduría del conocedor.
Siempre quise un amor cuyo
¡BUEN DÍA!
morar en la eternidad de encadenar el tiempo:
pasado presente futuro
cosa del mismo tenor
Ver también: 7 poemas sobre la Amazonia, el pulmón verde del mundosabor del mismo sorbo.
Siempre he querido un amor de golems
cuyo complejo entramado
el trasfondo de los seres
no asustó.
Siempre he querido un amor
que no se molestó
cuando la poesía de la cama me llevara.
Siempre he querido un amor
no enfadarse
frente a la diferencia.
Ahora, ante la orden
la mitad de mi se desgarra
el paquete
y la otra mitad es
futuro de conocer el secreto
que enrolla el bucle,
es observar
el dibujo
del recinto y compárelo
con la calma del alma
su contenido.
Sin embargo
Siempre he querido un amor
que podría tener un futuro
y alternarme en niña y adulta
que ahora yo era el fácil, el serio
y ahora un dulce misterio
que ahora era miedo-serpiente
y ahora estaba bromeando
ultrasonido de furor,
Siempre he querido un amor
que no se produjera ninguna tensión.
Siempre he querido un amor
que sucedería
sin esfuerzo
sin miedo a la inspiración
para que termine.
Siempre he querido un amor
para sofocar,
(no es el caso)
pero cuyo retraso al atardecer
fue inmensamente
en nuestras manos.
Sin condiciones.
Siempre he querido un amor
con definición de I want
sin el señuelo de la falsa seducción.
Siempre dije que no
la constitución de los siglos
que dice que el amor "garantizado"
es su negación.
Siempre he querido un amor
que se burlaban de
y que justo antes
de alcanzar ese cielo
si se anunciara.
Siempre he querido un amor
que viviría la felicidad
sin quejarse de ella o de ello.
Siempre he querido un amor no omitido
y que sus historias me contarían.
Ah, siempre quise un amor que amara
17. X por Micheliny Verunschk
Micheliny Verunschk es una poeta pernambucana contemporánea que se ha hecho un nombre en la escena literaria actual. En el poema X El autor juega con las palabras y muestra el amor como una partida de ajedrez, donde cada pieza realiza una acción, donde hay estrategia y diversión.
Este movimiento
Ver también: Naturalismo: características, principales nombres y obras del movimientoque la guerra
de las partes
de ajedrez
que el amor
(¿Cortés?)
el rey
el obispo
o
c
a
v
Bucle en forma de L
la torre
de donde
Te veo
y
peñasco
esa solidez
de blanco y negro
esta álgebra
derecha
a cada paso.
Esta danza marcada
su pie/mano
su carta
un escudo de armas.
Este movimiento
que la guerra
ese baile
ese corazón
que avanza.
18. Apasionado por Ana Cristina Cesar
Ana Cristina Cesar es un nombre esencial en la poesía brasileña. De pensamiento crítico y contundente, la poeta, nacida en 1952, dejó un legado increíble, con poemas intimistas que dan vida a la vida cotidiana de forma lírica.
En el poema que sigue, vemos a alguien que se desnuda para la persona amada, mostrando su vulnerabilidad y pasión, aunque sepa que no hay reciprocidad.
Apasionada,
Saqué mi pistola,
mi alma,
mi calma,
sólo que no lo conseguiste.