Lo sé, pero no debería, por Marina Colasanti (texto completo y análisis)

Lo sé, pero no debería, por Marina Colasanti (texto completo y análisis)
Patrick Gray

La crónica Lo sé, pero no debería publicado por Marina Colasanti (1937) en el Jornal do Brasil en 1972, sigue cautivándonos hasta nuestros días.

Nos recuerda cómo a menudo dejamos que nuestras vidas se vacíen instaladas en una rutina repetitiva y estéril que no nos permite admirar la belleza que nos rodea.

Lo sé, pero no debería... texto completo

Sé que te acostumbras, pero no deberías.

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Uno se acostumbra a vivir en pisos traseros y a no tener más vistas que las ventanas de alrededor. Y, como no se tienen vistas, uno se acostumbra pronto a no mirar fuera. Y, como no se mira fuera, uno se acostumbra pronto a no abrir las cortinas para nada. Y, como no se abren las cortinas, uno se acostumbra pronto a encender la luz antes. Y, como uno se acostumbra, uno se olvida del sol, se olvida del aire,olvidar la inmensidad.

Nos acostumbramos a levantarnos por la mañana sobresaltados porque es la hora. Nos acostumbramos a desayunar deprisa porque llegamos tarde. Nos acostumbramos a leer el periódico en el autobús porque no podemos perder la hora del trayecto. Nos acostumbramos a comer un bocadillo porque no podemos almorzar. Nos acostumbramos a salir del trabajo porque ya es de noche. Nos acostumbramos a dormitar en el autobús porque estamos cansados. Nos acostamos pronto y dormimos profundamente sin haber vivido el día.

Uno se acostumbra a abrir el periódico y leer sobre la guerra. Y, aceptando la guerra, uno acepta los muertos y que haya cifras de muertos. Y, aceptando las cifras, uno acepta no creer en las negociaciones de paz. Y, no creyendo en las negociaciones de paz, uno acepta leer todos los días sobre la guerra, las cifras, la larga duración.

Te acostumbras a esperar todo el día y a oír por teléfono: hoy no puedo ir. A sonreír a la gente sin recibir una sonrisa de vuelta. A que te ignoren cuando tanto necesitabas que te vieran.

Uno se acostumbra a pagar por todo lo que quiere y necesita. Y a luchar por ganar el dinero para pagarlo. Y a ganar menos de lo que uno necesita. Y a hacer cola para pagar. Y a pagar más de lo que valen las cosas. Y a saber que cada vez se paga más. Y a buscar más trabajo, para ganar más dinero, para tener algo que pagar en las colas.

Nos acostumbramos a caminar por la calle y ver carteles, a abrir revistas y ver anuncios, a encender la televisión y ver anuncios, a ir al cine y tragarnos anuncios, a que nos insten, nos guíen, nos desconcierten y nos lancen a la catarata interminable de productos.

Nos acostumbramos a la contaminación, a las habitaciones cerradas con aire acondicionado y olor a cigarrillo, a la luz artificial con un ligero temblor, al choque que sufren nuestros ojos con la luz natural, a las bacterias en el agua potable, a la contaminación del agua de mar, a la muerte lenta de los ríos... Nos acostumbramos a no oír a los pájaros, a no tener gallo al amanecer, a temer la hidrofobia de los perros, a no coger fruta del árbol, ani siquiera tener una planta.

Nos acostumbramos a demasiadas cosas, para no sufrir. En pequeñas dosis, intentando no darnos cuenta, alejamos un dolor por aquí, un resentimiento por allá, una revuelta por acullá. Si el cine está lleno, nos sentamos en primera fila y retorcemos un poco el pescuezo. Si la playa está contaminada, sólo nos mojamos los pies y sudamos el resto del cuerpo. Si el trabajo es duro, nos consolamos pensando en el final deY si el fin de semana no hay mucho que hacer, nos acostamos pronto y seguimos satisfechos porque siempre nos dormimos tarde.

Nos acostumbramos para no arañarnos con las asperezas, para preservar nuestra piel. Nos acostumbramos para evitar heridas, hemorragias, para esquivar cuchillos y bayonetas, para preservar nuestro pecho. Nos acostumbramos para preservar nuestra vida, que poco a poco se desgasta, y que, desgastada de tanto acostumbrarse, se pierde.

Análisis de Lo sé, pero no debería

La crónica de Marina Colasanti invita al lector a reflexionar sobre la sociedad de consumo sobre cómo afrontamos las injusticias presentes en el mundo y sobre la velocidad del tiempo en que vivimos, que nos obliga a avanzar sin apreciar lo que nos rodea.

A lo largo de los párrafos nos daremos cuenta de cómo nos acostumbramos a las situaciones adversas y, en un momento dado, empezamos a funcionar en automático El narrador da ejemplos de pequeñas concesiones progresivas que estamos haciendo hasta que, al final, nos encontramos en una situación de tristeza y esterilidad sin darnos cuenta.

También perdemos poco a poco nuestra identidad cada vez que el torbellino de la vida nos abruma. La escritura de Marina también nos sitúa ante una importante pregunta: ¿somos lo que genuinamente somos o somos lo que se espera que seamos?

El peligro de la rutina

El narrador de Lo sé, pero no debería retrata circunstancias que son bastante mundanas y con las que todos podemos relacionar fácilmente .

Nos descubrimos apáticos: sin reacción, sin identidad, sin empatía con el otro, sin sorpresa, sin euforia. Nos volvemos meros espectadores de nuestra propia vida en lugar de extraerle el máximo potencial.

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El texto de Marina nos habla especialmente porque trata de un contexto de estrés y prisas vivido en un centro urbano. Día a día nos encontramos con una serie de situaciones marcadas por conformismo y el alojamiento .

Por vivir una vida que creemos que debemos vivir, acabamos privándonos de una serie de experiencias que nos darían placer y nos harían sentir especiales.

El texto de Marina Colasanti puede leerse como un acertado recordatorio de que nunca debemos dejarnos hundir en una rutina vacía.

Sobre el formato de redacción

En Lo sé, pero no debe el narrador hace uso de polisindético figura retórica que se produce cuando hay una repetición enfática de conectivos.

El objetivo de este recurso es amplificar la expresividad del mensaje: la repetición de la misma estructura oracional nos hace recordar el tema tratado y sentir el mismo síntoma de agotamiento que experimentamos en nuestra vida cotidiana.

Escuchar Lo sé, pero no debería

La crónica de Marina Colasanti fue recitada por Antônio Abujamra y está disponible íntegramente en línea:

Te acostumbras...

Sobre la publicación de Lo sé, pero no debería

La crónica Lo sé, pero no debería se publicó por primera vez en la década de 1970 (más concretamente en 1972), en el Jornal do Brasil, y posteriormente se eternizó en un libro.

Lo sé, pero no debería reunió otras crónicas del mismo autor sobre los temas más variados y fue publicada por primera vez en formato libro en 1995 por la editorial Rocco. En 1997, la publicación recibió un premio Jabuti.

Portada de la primera edición del libro Lo sé, pero no debería

La colección, de 192 páginas, lleva el título de la crónica más famosa de Marina Colasanti - Lo sé, pero no debería.

Biografía Marina Colasanti

La autora Marina Colasanti nació en 1937 en Asmara (capital de Eritrea). En 1948 se trasladó a Brasil con su familia y se instalaron en Río de Janeiro.

Licenciada en artes plásticas, empezó a trabajar en el Jornal do Brasil como periodista. Marina fue también traductora, publicista y participó en una serie de programas culturales para televisión.

En 1968 publicó su primer libro y desde entonces no ha dejado de escribir en los géneros más diversos: cuentos, crónicas, poesía, literatura infantil, ensayos... Muchas de sus obras han sido traducidas a otros idiomas.

Ampliamente celebrada por la crítica, Marina ha recibido varios galardones, entre ellos el Jabuti, el Premio de la Crítica de la APCA y el Premio Biblioteca Nacional.

La escritora está casada con el también escritor Affonso Romano de Sant'Anna y la pareja tiene dos hijas (Fabiana y Alessandra).




Patrick Gray
Patrick Gray
Patrick Gray es un escritor, investigador y empresario apasionado por explorar la intersección de la creatividad, la innovación y el potencial humano. Como autor del blog "Culture of Geniuses", trabaja para desentrañar los secretos de equipos e individuos de alto rendimiento que han logrado un éxito notable en una variedad de campos. Patrick también cofundó una firma de consultoría que ayuda a las organizaciones a desarrollar estrategias innovadoras y fomentar culturas creativas. Su trabajo ha aparecido en numerosas publicaciones, incluidas Forbes, Fast Company y Entrepreneur. Con experiencia en psicología y negocios, Patrick aporta una perspectiva única a su escritura, combinando conocimientos basados ​​en la ciencia con consejos prácticos para lectores que desean desbloquear su propio potencial y crear un mundo más innovador.