Tabla de contenido
La literatura en lengua portuguesa nos ofrece una riqueza de talentos preciosos, pero ¿a cuántos de estos genios conoce realmente?
Aunque compartimos la misma lengua y, por tanto, tenemos fácil acceso a los contenidos literarios creados en el extranjero, lo cierto es que sabemos poco de lo que se produce al otro lado del océano.
Si quiere descubrir este encantador universo de lusofonía, eche un vistazo a diez poemas imperdibles de la literatura portuguesa.
1. El aficionado se transforma en la cosa amada Camões
El aficionado se transforma en la cosa amada,
A fuerza de mucho imaginar;
No tengo nada más que desear,
Porque en mí tengo la parte deseada.
Si en ella se transforma mi alma,
¿Qué más quiere conseguir el cuerpo?
En sí misma sólo puede descansar,
Porque contigo tal alma está ligada.
Pero esta hermosa y pura semi-idea,
Eso, como el accidente en su tema,
Así con mi alma se conforma,
Está en el pensamiento como idea;
[Y] el amor vivo y puro del que estoy hecho,
Como simple materia busca la forma.
El poema anterior es un clásico de Luís de Camões (1524/25-1580), considerado uno de los más grandes escritores de la lengua portuguesa.
El aficionado se convierte en la cosa amado está compuesto en la forma clásica del soneto. No hay rimas y el poeta trata un tema muy común en el lirismo: el amor idealizado .
A lo largo de los versos percibimos el amor como un sentimiento revolucionario, que es capaz de fundir al sujeto que ama con la persona amada. Cabe subrayar que en Camões el letrista anhela el amor en su totalidad, es decir, no sólo desea la fusión de cuerpos y almas .
2. Cumpleaños de Álvaro de Campos (Fernando Pessoa)
En los días en que celebraban mi cumpleaños,
Yo era feliz y nadie había muerto.
En la vieja casa, hasta mi cumpleaños era una tradición centenaria,
Y la alegría de todos, y la mía, tenía razón con algo de religión.
En los días en que celebraban mi cumpleaños,
Tuve la gran salud de no entender nada,
De ser inteligente para entre la familia,
Y de no tener las esperanzas que otros tenían puestas en mí.
Cuando llegué a la esperanza, ya no sabía cómo esperar.
Cuando llegué a ver la vida, había perdido el sentido de la vida.
Cumpleaños es uno de los poemas clásicos del heterónimo Alvaro de Campos (de Fernando Pessoa, 1888-1935). Los versos anteriores (presentamos sólo la parte inicial) tratan de transitoriedad del tiempo Es como si el cumpleaños fuera un día de pausa para hacer balance de la vida.
Con una visión pesimista del paso del tiempo, el sujeto poético ve el pasado como un lugar de plenitud, en cierto modo idealizado, y por otro lado lee el presente como una fuente de ausencia y sufrimiento.
Ante estos dos tiempos y los cambios que se han producido, el ilírico se siente perdido y decepcionado, sin saber qué hacer con su propio futuro.
PGM 624 - Cumpleaños - 06/08/2013Aproveche también para conocer 10 poemas fundamentales de Fernando Pessoa.
3. Amar por Florbela Espanca
¡Quiero amar, amar sin remedio!
Amar por amar: aquí... allá...
Más Esto y Aquello, el Otro y todos los demás...
¡Amor! ¡Amor! ¡Y no amar a nadie!
¿Recuerdas? ¿Olvidaste? ¡Indiferente!
¿Arrestar o separar? ¿Es malo? ¿Es bueno?
Quien dice que puedes amar a alguien
¡Toda tu vida es porque mientes!
Hay un manantial en cada vida:
Tienes que cantarlo en flor así,
Porque si Dios nos dio voz, fue para cantar.
Y si un día seré polvo, ceniza y nada
Que mi noche sea un amanecer,
Quien sabe perderme... encontrarme...
El soneto de Florbela Espanca (1894-1930) promueve un exaltación del amor leyendo el sentimiento como algo abrumador e inevitable.
Aunque se trata de un soneto dedicado al amor, no hay aquí ninguna idealización occidental del sentimiento (como, por ejemplo, la creencia de que es posible amar a la misma persona toda la vida).
El sujeto poético utiliza los versos para deconstruir la imagen romantizada del amor por otra persona y estimula una mirada al amor propio .
Observamos a lo largo del poema una interpretación del amor como una oportunidad de un futuro soleado, con un sinfín de posibilidades y encuentros.
FLORBELA ESPANCA - AMAR - Narración Miguel Falabela4. Morir de amor por Maria Teresa Horta
Morir de amor
alrededor de la boca
Desvanecer
a la piel
de la sonrisa
Asfixiar
placer
con tu cuerpo
Cambiar todo por ti
si es necesario
Maria Teresa Horta (1937) es una célebre poeta portuguesa contemporánea. En Morir de amor encontramos versos apasionados, que prometen una entrega absoluta y sin restricciones .
Aunque este gesto resulta un tanto aterrador, el sujeto poético muestra una profunda alegría al encontrarse irremediablemente fuera de control.
Al colocar al ser amado en un pedestal y hacerlo único responsable de su felicidad, el yo-lírico se pone en el papel de hacer todo lo posible por alcanzarlo.
5. En todos los jardines , Sophia de Mello Breyner
En cada jardín floreceré,
En todos beberé la luna llena,
Cuando al fin en mi fin poseo
Todas las playas donde llega el mar.
Un día seré el mar y la arena,
Me uniré a todo lo que existe,
Y mi sangre se arrastra en cada vena
Ese abrazo que un día se abrirá.
Entonces recibiré en mi deseo
Todo el fuego que habita en el bosque
Conocido por mí como en un beso.
Entonces seré el ritmo de los paisajes,
La abundancia secreta de esta fiesta
Que vi prometido en las imágenes.
Los elementos de la naturaleza, especialmente el mar, son temas constantes en la poesía portuguesa. Sophia de Mello Breyner (1919-2004) es un ejemplo de poeta que utiliza mucho el entorno en su producción literaria.
En En todos los jardines, publicado en 1944, encontramos un el eurolírico que anhela fundirse con la naturaleza encontrar una comunión con el entorno tras su muerte.
Es importante destacar en los versos el protagonismo que el sujeto poético otorga a los elementos naturales (fuego, agua, aire y tierra).
6. El parque infantil por Mário de Sá-Carneiro
En mi Alma hay un columpio
Eso siempre es rockero ---
Balanceándose junto a un pozo,
Muy difícil de montar...
Ver también: Abstraccionismo: descubra las 11 obras más famosas- Y un niño con babero
Sobre él siempre bromeando...
Si un día se rompe la cuerda
(Y ya está deshilachado),
Érase una vez el jolgorio:
Muere un niño ahogado...
- No voy a cambiar la cuerda,
Sería un gran golpe...
Si el indez muere, que...
Mejor morir con peto
Que en su escudo de armas... Déjalo
Balanceándote mientras vives...
- Cambiar la cuerda fue fácil...
Nunca tuve una idea así...
El poema de Mário de Sá-Carneiro (1890-1916) se refiere al universo de la infancia, el propio título indica este movimiento en busca de los recuerdos felices de los primeros años de vida.
A lo largo de los versos percibimos cómo las características y comportamientos del niño persisten en el adulto También observamos lo inestable que es el estado del niño, que juega en un columpio con una cuerda gastada al borde de un pozo.
Profundamente imaginativos, los versos hacen que cada lector imagine su propia escena que mezcla tensión y juego.
7. El libro por Gonçalo M. Tavares
Por la mañana, cuando pasé por delante de la tienda
el perro ladró
y sólo no me atacó con ira porque la cadena de hierro
le detuvo.
A última hora de la tarde,
después de leer poemas en voz alta en un sillón del
jardín
Volví por el mismo camino
y el perro no me ladró porque estaba muerto,
y las moscas y el aire ya se habían dado cuenta
la diferencia entre un cadáver y el sueño.
Me enseñan misericordia y compasión
pero ¿qué puedo hacer si tengo un cuerpo?
Mi primera imagen fue pensar en
patearlo a él y a las moscas y gritar:
Te gané.
Continué mi camino,
el poemario bajo el brazo.
Fue más tarde cuando entré en la casa:
no debe ser bueno tener todavía la cadena
hierro alrededor del cuello
después de la muerte.
Y al sentir mi memoria recordar el corazón,
Sonreí, satisfecha.
Esta alegría fue momentánea,
Miré a mi alrededor:
Había perdido el poemario.
El libro es el título del poema de Gonçalo M.Tavares (1970). Los versos libres y profundamente imaginativos sirven aquí para contar una pequeña historia, el lector encuentra en el poema una escena completa y bien pintada. Tenemos al protagonista, el yo-lírico, que pasa delante de un perro bravo con su poemario bajo el brazo.
A su regreso a casa, el perro, antes lleno de vida, aparece ahora muerto, con las moscas volando sobre su cuerpo. Si por un lado se compadece de la muerte del perro, por otro se siente victorioso por haber sido él quien ha permanecido con vida.
La conclusión del poema, que parece que presentará al lector alguna conclusión existencial más profunda, acaba refugiándose en la inesperada y banal constatación de que, después de todo, el poemario se ha perdido.
8. Contratiempos por Cesario Verde
Hoy estoy cruel, frenética, exigente;
Tampoco puedo tolerar los libros más extraños.
¡Increíble! Me he fumado tres paquetes de cigarrillos
Consecutivamente.
Me duele la cabeza, reprimo una silenciosa desesperación:
¡Cuánta depravación en las costumbres!
Amo tontamente los ácidos, los bordes
Y ángulos agudos.
Me senté en mi escritorio.
Un desgraciado, sin pecho, con ambos pulmones enfermos;
Sufre de falta de aliento, sus familiares han muerto
Y almidonarlo.
¡Pobre esqueleto blanco entre las ropas nevadas!
¡Tan lívida! El doctor la dejó. Mortificada.
¡Y le debes una cuenta al boticario!
Apenas gana para sopas...
¿Quién no ha oído hablar del gran Fernando Pessoa? Pocos, sin embargo, conocen la obra de Cesário Verde (1855-1886), el gran poeta moderno que le inspiró y fue precursor del modernismo en la literatura portuguesa.
En las líneas anteriores encontramos el verso inicial del poema Contratiempos que presenta una lírica moderna, ansiosa, angustiada con la velocidad del tiempo y con la paisajes urbanos en rápida evolución .
Ver también: Poema El Cuervo: resumen, traducciones, sobre la publicación, sobre el autorPerdido, sin saber qué hacer ni cómo ser, observa la desgracia a su alrededor. Además de ser un poeta fenomenal, Cesário Verde es un gran retratista de su tiempo.
9. Sobre un poema Herberto Helder
Un poema crece inseguro
en la confusión de la carne,
se eleva aún sin palabras, sólo ferocidad y sabor,
tal vez como la sangre
o sombra de sangre por los canales del ser.
Fuera está el mundo, fuera la espléndida violencia
o las uvas de las que nacen
las pequeñas raíces del sol.
Fuera, los cuerpos auténticos e inalterables
de nuestro amor,
los ríos, la gran paz externa de las cosas,
las hojas durmiendo el silencio,
las semillas al borde del viento,
- la hora teatral de la inauguración.
Y el poema crece tomándolo todo en su regazo.
Y ningún poder destruye ya el poema.
Insostenible, único,
invade las órbitas, la cara amorfa de las paredes,
la miseria de los minutos,
la fuerza sostenida de las cosas,
la armonía redonda y libre del mundo.
- Abajo el instrumento perplejo ignora
la espina dorsal del misterio.
- Y el poema se hace contra el tiempo y la carne.
Los versos anteriores son típicos de un metapoema, es decir, son versos creados para dar cuenta del proceso de creación del poeta.
Aquí observamos cómo la eu-lírica creada por Herberto Helder (1930-2015) establece con el lector una relación de complicidad y de compartir. En cuanto a la estructura, nos encontramos ante el verso libre, una composición sin mayor rigor estético.
En cuanto a la estructura, el sujeto poético disecciona sobre la constitución del poema y pretende hacer un retrato del nacimiento del poema de su naturaleza fisiológica.
A través de estos pocos versos percibimos, por ejemplo, la falta de dominio del poeta sobre el poema. El proceso creativo adquiere contornos inesperados, que sorprenden a su propio creador.
10. cuando llegó el momento de poner la mesa, éramos cinco por José Luís Peixoto
Cuando llegó el momento de poner la mesa, éramos cinco:
mi padre, mi madre, mis hermanas
y yo. luego mi hermana mayor
se casó. Entonces mi hermana menor
me casé. luego mi padre murió. hoy,
A la hora de poner la mesa, somos cinco,
excepto mi hermana mayor que es
en su casa, menos mi hermana mayor
nuevo que hay en su casa, menos mi
padre, menos mi madre viuda. cada uno
hay un asiento vacío en esta mesa donde
pero siempre estarán aquí.
A la hora de poner la mesa, siempre seremos cinco.
mientras uno de nosotros esté vivo, estaremos
siempre cinco.
El poeta José Luís Peixoto (1974) es uno de los grandes nombres de la poesía portuguesa contemporánea. Sus versos intimistas, que retratan el entorno familiar y doméstico, se detienen en el paso del tiempo.
Con el paso de los ciclos de la vida, la estructura familiar adquiere nuevos contornos y los versos registran esta transición: unos se mudan, otros se casan, el padre fallece, y el poema es testigo de todo este cambio.
Sin embargo, la conclusión del sujeto poético es que, aunque todo haya cambiado, la base emocional del yo lírico sigue siendo la misma.
A la hora de poner la mesa